El oro es bonito, pero para que conserve su aspecto original, conviene dedicar algo de tiempo a su mantenimiento. A continuación, te explicamos cómo limpiar las joyas de oro de forma adecuada para devolverles el brillo.
Limpiar joyas de oro no es especialmente complicado. Solo hay que hacerlo con cuidado. Las herramientas necesarias son fáciles de encontrar y quizás ya las tengas en casa.
Guía sencilla para cuidar tus joyas de oro
El oro no requiere cuidados especiales, y no es necesario utilizar productos ni instrumentos específicos. De hecho, cuanto más simple sea el método de limpieza, mejor para la pieza, y puede que ya tengas todo lo necesario a mano.
Lo que necesitas para empezar
Estos son los elementos básicos para limpiar joyas de oro:
- Jabón lavavajillas suave (el que utilizas normalmente para fregar los platos)
- Un paño suave
- Un cepillo de dientes de cerdas suaves (uno para bebés funciona bien)
- Un colador pequeño
Eso es todo lo que necesitas. No conviene usar productos agresivos, ya que pueden dañar el oro. La clave es ser lo más delicado posible para evitar arañazos.
Ten en cuenta que cuanto más alto es el quilataje, mayor es el cuidado requerido. El oro de alto quilataje es más blando y se puede rayar o dañar con facilidad. Puedes limpiarlo también, pero es recomendable hacerlo con especial delicadeza.
¿No conoces el quilataje? Puedes consultar nuestra guía sobre cómo leer los sellos de identificación del oro en casa, que te puede ayudar a identificarlo.
Rutina paso a paso para limpiar oro
Lo mejor es dejar que el agua jabonosa haga gran parte del trabajo. Esta es la rutina básica:
- Mezcla una taza de agua con unas gotas de jabón – no hace falta mucho, solo lo justo para generar un poco de espuma
- Deja la pieza en remojo en el agua jabonosa durante unos cinco minutos – ese tiempo suele ser suficiente
- Cuela las piezas con el colador – es probable que ya se vean mucho mejor
- Usa el cepillo suave para retirar suciedad – si hay zonas con restos, puedes frotarlas suavemente con el cepillo, mojándolo en el agua jabonosa
- Seca bien las joyas con un paño suave – asegúrate de secar por completo cada pieza para que recupere su brillo
Una ventaja del oro es que no se oxida ni se empaña. Puedes dejar la pieza secándose al aire, aunque con algunas, como los collares de cadena cordón, puede tardar. Aun así, es recomendable asegurarte de que está completamente seca antes de volver a usarla. Si, por ejemplo, queda humedad en un anillo, podría causar irritación en la piel, sobre todo si tienes la piel sensible.
Y eso es todo. Es un proceso sencillo y rápido, y tus piezas volverán a lucir con brillo.
¿Cómo limpiar joyas de oro con perlas?
Aunque el proceso anterior sea sencillo, hay una excepción importante: las piezas que llevan perlas. Las perlas no deben sumergirse, ya que podría dañarlas o debilitar el engaste.
De hecho, si tu joya de oro lleva alguna piedra (como turquesa o ópalos), es preferible emplear esta técnica. No lleva más tiempo y te aseguras de no dañar una pieza valiosa.
Lo que necesitas para limpiar perlas o piedras
Necesitarás:
- Un pincel de maquillaje pequeño y suave
- Champú suave (tipo champú para bebé)
- Un paño de microfibra
- Un paño o toalla suaves
Paso a paso para limpiar perlas
La rutina es muy sencilla:
- Mezcla una taza de agua templada con unas gotas de champú suave – una pequeña cantidad es suficiente
- Coloca la pieza sobre un paño o toalla suaves
- Sumerge el pincel en la mezcla y limpia la perla o piedra con movimientos muy delicados
- Usa un paño húmedo para retirar suavemente los restos de jabón, y deja que se seque al aire
Cualquier joya con piedra preciosa se puede beneficiar de este tipo de limpieza, que ayudará a conservar su brillo sin riesgos.
Las piedras preciosas y perlas pueden perder brillo con el uso, pero una limpieza rápida y cuidadosa puede devolverles su aspecto original. Vale la pena dedicarle un momento.
Limpieza profesional de joyas
Existen servicios profesionales de limpieza de joyas. Si tienes varias piezas para limpiar, esta puede ser la opción más conveniente.
Sin embargo, conviene tener en cuenta que a) existe un pequeño riesgo inherente al entregar tus joyas a alguien ajeno, aunque poco probable, y b) hay que pagar por el servicio, lo cual puede no ser viable si tienes un presupuesto ajustado.
Dado que el oro es fácil de limpiar en casa, vale la pena intentarlo. No obstante, si prefieres acudir a un profesional, es una opción válida, especialmente si tienes muchas piezas a la vez.
¿Con qué frecuencia debo limpiar mis joyas?
No hay una regla estricta. Límpialas cuando lo consideres necesario; no hace falta seguir una rutina fija si las piezas ya se ven limpias y brillantes.
Las joyas que usas a menudo pueden necesitar limpieza con más frecuencia. Por ejemplo, los anillos de compromiso pueden perder algo de brillo con el tiempo, y una limpieza suave cada mes puede ayudar a mantenerlos en buen estado.
Errores que conviene evitar
El oro puede rayarse, sobre todo si tiene un alto quilataje. Para evitar daños, hay algunas cosas que es mejor no hacer.
Productos químicos agresivos
Es fundamental evitar los productos de limpieza agresivos, ya que pueden dañar o decolorar el oro. Evita el cloro y la lejía, y recuerda quitarte las joyas antes de limpiar la casa.
Frotar con demasiada fuerza
También es importante hacerlo con suavidad. El oro blando es especialmente susceptible a los arañazos. Usa siempre un paño suave, sin texturas abrasivas.
Si una mancha no sale con limpieza delicada, lo ideal es llevar la pieza a un joyero para limpieza o asesoramiento profesional.
Limpiadores ultrasónicos
Los limpiadores ultrasónicos emplean ondas de ultrasonido y soluciones químicas para limpiar joyas. Aunque pueda parecer una opción eficaz, es conveniente usarlos con mucha precaución.
Si tu joya tiene una gema o una perla, asegúrate de que está bien fijada. Si hay debilidad en el engaste, no uses este método por el riesgo de daño.
También hay que tratar con cuidado el oro de alto quilataje, ya que es más propenso a los arañazos.
Y si se trata de piezas chapadas o rellenas de oro, es preferible evitar el tratamiento ultrasónico para no dañarlas.
Reflexión final
Esperamos que esta guía te haya ayudado a limpiar tus joyas de oro de forma adecuada. Es un proceso sencillo que requiere poco tiempo, y que puede devolver el brillo a tus anillos, pulseras y collares.